Enlaces de "Después de ti"

"Tomorrow is a mystery... Just have faith in it!"

miércoles, 22 de agosto de 2012

Capítulo 26. Opción B.



Después de unas semanas, debido a la deteriorada salud de Regina, sus padres, hermano y Fabiola viajaron a España porque a ella le prohibieron trasladarse a México.

Su semblante era de cansancio, estaba baja de peso y se fatigaba con facilidad. Emilio la procuraba mucho, él mismo le preparaba sus alimentos y hacía de todo para que ella se animara un poco… y así sucedía, al menos con él sonreía pero a nadie le decía que tenía mucho miedo de morir, de dejarlos. Fabiola iba en las tardes para platicar con Regina y planear su futuro como cuando eran niñas, eso le ayudaba a no sentirse tan vulnerable por el tiempo o su padecimiento.

Una tarde mientras todos comían en la casa que ya habían acondicionado para vivir, Regina fue al baño sin color en el rostro, a trompicones llegó. Fabiola y Emilio corrieron tras ella pero ya había cerrado la puerta y no pudieron entrar.

- Haz algo, Emilio… ella no se veía bien

- ¿Crees que ya va a nacer?

- Me temo que… es otra cosa –se volteó - ¡Abre!

Javier trataba de tranquilizar a sus padres. Emilio abrió la puerta del baño y vio a Regina hincada tocándose la cabeza y evitando vomitar de nuevo.

- Amor ¿qué sucede? Ven

- No puedo ponerme en pie, me duele

- ¿Tienes contracciones?

- No, Emilio

Nuevamente vomitó pero esta vez fue con sangre; Emilio se impresionó al ver eso. Salió del baño y le pidió a Fabiola que sacara del garaje el auto para ir al hospital.

- Regina, iremos al hospital, esto no es normal

- Emilio, no me quiero morir, no quiero…

- No digas eso bebé, todo saldrá bien, quizás es malestar por el embarazo

- No Emilio, es otra cosa

Comenzó a llorar, él no entendía qué le sucedía. Con cuidado la llevó afuera del baño.

- ¿Qué pasa? –dijo Javier al ver casi inconsciente a su hermana

- No sé, volvió el estomago y arrojó sangre

    (Reproducir:  http://youtu.be/ViobEXGacxA ) 


Alarmado al escuchar eso la cargó y salieron para llevarla al hospital. Emilio se subió con ella en el asiento de atrás, Javier manejaría; los padres y Fabiola habían pedido un taxi que los llevara. Todos, excepto Emilio sabían que probablemente ese día tendría que saberse todo, que ese día tal vez ella se marcharía.

En el trayecto Emilio tomó de las manos a Regina y trataba de darle calor, de animarla pero ella cada minuto mostraba una desmejora.


- Milo, tengo que decirte algo….

- Tranquila, estamos por llegar

- Emilio –comenzó a llorar – me voy a morir

- No digas eso, estarás bien, tú y nuestro bebé lo estarán

- No, yo… 


Regina se desmayó, probablemente por el intenso dolor que sentía en la cabeza. Emilio trató de reanimarla. Llegaron al hospital, los doctores la bajaron y la llevaron en camilla a sala de urgencias donde Eduardo ya esperaba para atenderla. 


- El doctor Garrido espera en la sala de Urgencias, me ha pedio que os informe que probablemente tendrá que adelantarse el nacimiento del crío para que proceda a operar

- Está bien, doctor pero por favor, que mi hermana salga bien de esto

- Espere ¿qué ha dicho? ¿de qué operación hablan?

- Tranquilo, Emilio

- Doctor, exijo una respuesta

- Favor de guardar la calma, se hará lo posible por estabilizarla y que ambas intervenciones resulten favorables, lamentablemente el tumor por lo que estudiamos en los días pasados ya abarca gran parte del cerebro así que la cirugía tiene un riesgo más elevado. Con permiso –se retiró –

- Tumor… ¿tumor? ¿de qué habla Javier? Se confundió de persona, Regina está bien, solo un poco cansada

- Emilio, el doctor dijo la verdad, Regina tiene un tumor en la cabeza, lo supo meses antes de enterarse del embarazo pero al saber que estaba embarazada decidió no someterse a ningún tratamiento o cirugía por el bien del bebé

- No… ella me lo hubiese dicho

- Esa es la verdad, no quería que sufrieras , ahora solo queda esperar

- Tengo que verle, decirle que todo estará bien…

Eduardo salió, vio a Emilio llorando y a Javier hablando con él, se acercó a ellos.

- Emilio –tocó su espalda – Qué tal Javier?

Javier asintió en modo de saludo.

- ¿lo sabías? –preguntó Emilio

- Sí Emilio pero Regina pidió que no dijéramos algo de eso porque quería vivir plenamente su embarazo, mira ahora no es el momento de discutir esto, vengo a deciros qué es lo que procede

- Está bien, lo único que importa es ella y el bebé

- Regina dejó de ingerir los medicamentos cuando se enteró del embarazo así que el tumor siguió expandiéndose además de que se opuso a realizarse la cirugía porque implicaba riesgo para el producto así que ahora debe acelerarse el nacimiento para que, en cuestión de horas comience la cirugía para extirpar el tumor, ella ha dicho que sí pero quiere hablar contigo porque es peligrosa la intervención y puede que…

- No, no lo digas

- Se está preparando el quirófano para la cesárea, en tiempo no faltaría mucho para que el bebé nazca, se adelanta dos semanas, la otra intervención será mañana al mediodía

- Eduardo, quiero la verdad ¿va a salvarse?

- No sé, es que el tumor, como ya lo han dicho, está en una zona complicada, ha crecido, ella no está en óptimas condiciones pero haremos todo lo posible porque se recupere, lo prometo 


Eduardo indicó a Emilio el lugar al que tenía que ir para colocarse las prendas adecuadas para ingresar a quirófano. Javier habló con sus padres y Fabiola, les informó lo que sucedía.


Emilio entró, la enfermera se apartó un poco para que pudieran hablar un poco.

- Regina, mi vida –tomó su mano-

- Milo, estás aquí –besó su mano- Te amo, todo estará bien

- Lo estará, amor, todo irá bien

- Perdón, perdón por no decirte algo de esto pero es que tenía miedo de muchas cosas

- No tengo nada que perdonar, ahora juntos saldremos de esto y a poneros tranquila que hoy conocemos a nuestro chaval

- Te amo, gracias por todo lo que hemos vivido

- Y viviremos 


Besó la comisura de sus labios y luego su frente, tocó su vientre y se apartó un poco sin soltar su mano pues comenzaría la cesárea.


- Necesitamos, por favor, que se aleje un poco porque vamos a aplicar la anestesia

- Está bien, me colocaré allá –señaló una esquina del quirófano- 



Le inyectaron la anestesia en la espalda baja, gimió del dolor pero sonrió porque, a pesar de sus malestares, había llegado el día de conocer a ese bebé que tanto esperaba.

- ¿Todo estará bien?

- Así será amor, confía –contestó Emilio a la distancia



Comenzó la intervención quirúrgica, Emilio trataba de hablarle seguido para que se tranquilizara y no hubiera complicaciones por su alteración. Regina comenzó a respirar profunda y repetidamente, eso la calmaría. En cuestión de minutos luego de evitar que su ritmo cardiaco aumentara por la ansiedad, nació… 


Emilio se acercó a Regina y tomó su mano débil y le sonrió ampliamente.

- ¿Puedo sostener al bebé?

- Es una niña –dijo la enfermera-

- ¡Felicidades padres! La niña está sana, la asearán y enseguida podrán conocerla

- No, doctor, quiero verla ahora –suplicó Regina 


La enfermera miró al doctor quien aprobó que la llevara con la recién madre. Emilio la recibió, la miró emocionado.


- Pequeña, soy tu papá, bienvenida a la vida amorcito, gracias por existir –tocó su barbilla

- ¿Está bien? ¿Respira bien?

- Sí, es preciosa aunque pequeña

- Eso se debe a que le faltó un poco de tiempo en el útero pero estará bien, no fue mucha la diferencia entre la cesárea de hoy y el parto que estaba pensado para las siguientes 3 semanas… Regina ¿estáis bien?

- Poco débil pero ya quiero sostener a mi hija 



Con cuidado Emilio colocó a la niña entre los brazos de Regina quien comenzó a reír al verla, tanto soñar con ella y ahora ya era una realidad, estaba ahí y era lo único que importaba. Al rozar su piel sintió emoción, la miró y sintió paz profunda, el miedo se desvaneció. Comenzó a llorar de felicidad. Emilio susurraba palabras de amor a ambas, las acariciaba y tampoco pudo evitar derramar lágrimas. Él siempre quiso formar una familia, poder cuidar de un bebé suyo, estar con la persona que ama… Poco a poco todo lo que habían soñado estaba cumpliéndose. 



- Amorcito, gracias por existir, gracias por hacerme feliz. Prometo siempre cuidar de ti y de tu papá 



Regina y Emilio contemplaban a su hija, era como un sueño, todo había sucedido muy rápido. Las enfermeras llevaron a la niña a asearla para posteriormente colocarla en el área especial de cuidados debido a su nacimiento antes de tiempo. 


- Te amo, eres la mujer de mi vida, bueno, una de ellas, nuestra hija también lo es

- Gracias y perdón por no decirte antes, tenía miedo

- Todo estará bien, no hay algo que perdonar, estamos juntos con nuestra hija, lucharemos de igual manera para superar esto, vivirás, viviremos para seguir cumpliendo sueños, los nuestros y velar por los de ella

- No seguí el tratamiento, no quise ser intervenida por ella, fue lo mejor, nació sana, preciosa… no puedo pedir más

- Vivir… pelear por la vida. Te amo

- Te amo Ems –tomó su mano, él besó con dulzura sus labios-



Emilio salió para que terminaran de intervenir a Regina y que se recuperara.

En quirófano, a punto de llevarla a recuperación a una habitación, comenzó a sentirse mal, el pulso bajó, la presión arterial aumentaba, ella no estaba bien. Los doctores se movilizaron para establecerla pero ella cayó en un “sueño” profundo…